Un Ciervo perseguido por unos perros al verse casi alcanzado por ellos corrió a esconderse en una cueva.
Pero apenas hubo entrado en ella salio del fondo un león, que se abalanzó sobre el desgraciado y lo despedazó entre sus garras.
-Infeliz de mi_ exclamó el ciervo al morir - , que, entrando en esta cueva para huir de unos perros, he caido en las garras de un león.
Moraleja: Entre otros peligros graves escoge siempre el menor.
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