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Hola queridos amigos, este blog esta hecho para la gente que guste de los cuentos de la selva, con sus misterios, constumbres y mantener el incólume estusiasmo que caracteriza a cada pueblo y cada ciudad, el proposito exclusivo es ilustrar una enseñanza moral, ejemplar y difundir la literatura amazónica, aqui les dejo una recopilacion de los cuentos de mi ciudad y de la mayoria de la selva amazonica.

miércoles, 3 de noviembre de 2021

La Cigarra y la Hormiga

 

 

La Cigarra y la Hormiga

Había una vez un bosque muy bello, donde la cigarra era feliz disfrutando del verano: el sol brillaba, las flores desprendían su aroma, y la cigarra despreocupada, cantaba y cantaba, haciendo sonar su guitarra. Mientras tanto, su amiga y vecina, la pequeña hormiga, pasaba el día entero trabajando, recogiendo alimentos, yendo de aquí para allá por los campos de trigo recogiendo granos y semillas.

—¡Amiga hormiga! ¿No te cansas de tanto trabajar? Descansa un rato conmigo mientras canto algo para ti —le decía la cigarra a la hormiga.

—Mejor harías en recoger provisiones para el invierno y dejarte de tanta holgazanería —respondía la hormiga, mientras transportaba el grano, atareada.

—¿De qué te vale tanto esfuerzo, hormiga? Las provisiones no sirven de nada, es mejor vivir el presente sin pensar en el futuro.

La cigarra se reía a carcajadas y seguía cantando sin hacer caso a su vecina.

Los días pasaron muy tranquilos para la cigarra, hasta que una mañana, al despertarse para ir a cantar, sintió el frío intenso del invierno. El cielo estaba gris, los árboles se habían quedado sin hojas y del cielo caían copos de nieve, mientras la cigarra vagaba por campo, helada y hambrienta, intentando cubrirse con lo que tenía. De pronto, vio a lo lejos la casa de su vecina hormiga y se acercó rápidamente a pedirle ayuda.

—Amiga hormiga, tengo frío y hambre. ¿Me darías algo para comer? Tú tienes mucha comida y una casa caliente, mientras que yo no tengo nada. Te prometo que en el verano te ayudaré y pagaré mi deuda.

La hormiga entreabrió la puerta de su casa y enojada le dijo a la cigarra:

—Dime, amiga cigarra, ¿qué hacías tú mientras yo madrugaba para trabajar?, ¿qué hacías mientras yo cargaba los granos de trigo de acá para allá?

Cantaba y cantaba bajo el sol a todos quienes pasaban —contestó la cigarra, sonriendo.

—¿Eso hacías? Pues si cantabas en el verano, ahora aprende a bailar durante el invierno.

Y cerró la puerta, dejando fuera a la triste cigarra, que había aprendido la lección.

MORALEJA: Quien quiere pasar bien el invierno y tener bienestar, debe aprovechar el tiempo y trabajar para lograrlo.

 

 

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